Miedo

Andá.

Tené miedo, camina temblando, no dejes nunca de pensar en el 'y si', pero tené miedo siempre queriendo quitártelo de encima. Tené miedo siempre pensando en que va a pasar lo bueno, lo de las expectativas enormes, así pase lo contrario. Tenele fe siempre al mañana, al minuto que sigue, al extraño que se va a sentar a tu lado en el bus o una conversación que se escapa furtiva para abrirte la puerta a aventura desconocida. Tenele miedo a la vida pero tenele más fe que miedo. Mirá al miedo con ojos de posibilidades infinitas, posibilidades positivas, y no con temor. Hacé las pases con el miedo para que sea tu amigo y te empuje hacia el futuro que construya tu presente y no que sea quien te enjaule en tu pasado. Hacé de cuenta que sos un pajarito que se va a tirar del nido. Es que la vida es eso, un abismo, un vacío grandísimo al que hay que tirarse con miedo para aprender a volar. 

Andá, volá.

Abrí las alas, sentite y hacete tuyo. Sentí al mundo y a lo que lo conforma. Sentila a ella, a él, a todos. Volvete el mundo y compartite. Conocé gente, encontrate y encontrá el amor y con miedo tené las agallas para no dejarlo ir porque si no sintieras miedo entonces no sentirías la satisfacción de lograr lo que nunca pensaste lograr. Tírate de una montaña o sentate en ella a disfrutar el paisaje. Traspasá fronteras. Buscá ser feliz siempre, solo, con alguien, con todos. Rompé el paradigma de que el miedo nada lo puede y hacé tu propia patria interna. Si tenés miedo hacelo con miedo, pero hacelo.

Andá. Volá.